miércoles, 21 de agosto de 2013

NO TE VAYAS AGOSTO

Solo faltan unos días antes de que te vayas, agosto, y que te lleves con tu frío el verdadero amor desprendido que después de mucho tiempo vuelvo a sentir. 
Abrazarme a él ha sido una bendición y soy agradecida.
Conocerlo con todos sus defectos fue hermoso, porque aprendí a acariciar sus heridas.
Solo pienso en no desperdiciar ningún segundo que queda antes de que llegue setiembre, sólo quiero llenarlo de besos, de llevarme su boca que parece la flor de un parque de cercado de lima, su nariz que parece un botón y sus manos gruesas como las ramas de un arbol. Quiero acariciar por siempre jamás el tapiz de su pelo, que me gusta cuando crece, quiero decirle que lo amo todo el día: cuando toca la puerta de mi casa en su hora de almuerzo, cuando estamos en la combi, cuando me recoge de la U, cuando me espera en la avenida, cuando estamos en la escalera de su casa, cuando me besa, cuando me abraza, cuando dormimos (en su cama, en mi cama, con mi pelo dándole en la cara o mientras él me besa el cuello, el techo de fondo trás él o detrás mío) de día, de noche, de madrugada, cuando hay perros en la calle, cuando la calle está limpia. 
Podemos ser felices por diez días más o me puedes decir adiós y repetir tu "ya fue", él me preguntó para qué seguir si sabemos que va a terminar. Algunas vez has visto una carrera en donde un participante se leciona y sabe que no puede ganar y sigue corriendo, te has preguntado para qué corre si sabe que va a perder? Yo creo que es para llegar al final sabiendo que dio todo lo mejor de si y que jamás se va a arrepentir. 
Quieres amarme todo agosto?

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